Entrevista a Laia Mas, Corporate Affairs & Sustainability Director en Danone

En el marco del nuevo diseño de la newsletter de Barcelona centre de Disseny, empezamos un ciclo de entrevistas con miembros de nuestra comunidad. Hoy os presentamos la primera entrevista, donde conversamos con Laia Mas, Corporate Affairs y Sustainability Director de Danone, sobre los retos y los compromisos de la multinacional en un contexto donde cada vez más la sostenibilidad va ganando importancia en las políticas empresariales.

-¿Cuáles son los principales compromisos de Danone para 2025?

Somos ambiciosos. Ser B Corp nos reta a trabajar para ser un agente de cambio positivo. Estamos decididos a dejarles un futuro más saludable y sostenible a las nuevas generaciones. Por eso, estamos trabajando para transformarnos hacia un modelo de producción y consumo circular.

Desde el negocio de aguas hemos conseguido dar un fuerte impulso en este sentido. A día de hoy, ya hemos conseguido con Lanjarón que todas nuestras botellas sean 100% rPET. ¿Qué impacto tiene esto en la práctica? Un ahorro anual de 5.000 toneladas de plástico virgen.

Pero no queremos quedarnos ahí. Luchar contra el cambio climático nos exige ir un paso más allá. 

Nos hemos comprometido a nivel global a reducir el total de nuestras emisiones en un 50% para 2030 y alcanzar una tasa de cero de emisiones en 2050.

Para lograrlo, actuamos en diferentes áreas. Desde las granjas familiares con las que colaboramos, con quienes llevamos a cabo proyectos de reducción de emisiones y cambios de cultivo para la alimentación de los animales; a nuestra apuesta por las energías renovables, con la creación del parque solar más grande de Europa gracias al acuerdo que firmamos el pasado año con Iberdola; o, el cambio a fecha consumo preferente en nuestros yogures, para combatir el desperdicio alimentario, responsable del 7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

-Hace más de 15 años que trabajáis con las granjas y con el sector ganadero, ¿utilizáis alguna metodología como el design thinking o el diseño de servicios para trabajar la proximidad y el relieve generacional?

Estamos en un momento clave para garantizar la continuidad del sector agroganadero en nuestro país. En los últimos 25 años, el 90% de las granjas han desaparecido. Danone quiere ser parte activa en la transformación que necesita el campo en España para producir de forma sostenible alimentos saludables, locales e inclusivos.

Y, para conseguirlo, impulsamos una gestión de granja familiar sostenible y de proximidad, basado en contratos a largo plazo, el relevo generacional, la proximidad y el bienestar animal.

En 2025, queremos que nuestra leche proceda de granjas de relevo generacional. Junto con Almanatura y la Universidad Politécnica de Valencia, hemos creado un programa que tiene precisamente el propósito de promover y asegurar que las nuevas generaciones dan continuidad a las granjas familiares. El año pasado participaron más de 20 granjas de 4 Comunidades Autónomas y, para este, tenemos identificadas ya 24.

Pero, además del reto que supone asumir la sucesión de una granja, están los propios del contexto actual y su impacto sobre el sector. Profesionalizar la labor de nuestros ganaderos es una prioridad. Por eso, pusimos en marcha en colaboración con Almanatura, B Lab, la Universidad Politécnica de Valencia y el CEMAS, Granjas Next Generation. Una plataforma digital colaborativa para impulsar el intercambio de conocimiento, con el objetivo de capacitar a los actores rurales con competencias estratégicas para garantizar la continuidad del sector.

-Teniendo en cuenta que la economía circular es una aliada para conseguir los objetivos en reducción de huella de carbono, ¿qué estrategias de circularidad tenéis identificadas en el ámbito de los envases? ¿Qué papel juega el eco-diseño para vosotros? Entre las posibilidades de implementar sistemas más sostenibles, ¿contempláis aquellos basados en la reutilización, el rellenado y el retorno de envases?

Como apuntaba hace un momento, defendemos un modelo de economía circular. Es un gran desafío ya que no solo incumbe al fabricante, sino a toda la cadena de valor. El cambio al que nos enfrentamos es de grandes dimensiones.  El cómo diseñamos los envases ya condiciona el impacto que estos van a tener. Contamos con un equipo que investiga e innova de forma continua para entender cuáles son los materiales acertados para cada tipo de aplicación. Muy a pesar de todo, el material ideal no existe, todos se comportan de forma distinta en función de cómo los miremos: cómo es su proceso de reciclado, qué huella de carbono genera su producción o si condiciona su uso con alimentos el integrar material reciclado. Nuestra apuesta es por materiales que en España pueden ser realmente circulares y con un impacto en CO2 menor.

Pero como bien señalas, hay que generar un sistema que nos permita dar una segunda vida a esos envases. El proyecto ReNueva, que se lleva a cabo junto a la Fundació Trinijove y Ecoembes, tiene como principal objetivo la recuperación de envases con la finalidad de darles una segunda vida e incorporándolos como materia primera para la creación de nuevos envases. Otro de los pilares de esta iniciativa es que ofrecemos una oportunidad laboral a personas en riesgo de exclusión social, a través de formación y empleabilidad. Además, llevamos a cabo iniciativas que buscan potenciar el reciclado, como la recogida de envases a través de nuestro servicio Font Vella en Casa, con el que el año pasado recuperamos más de dos toneladas de plástico para darles una segunda vida.

-Actualmente, según datos publicados por la OMS, la obesidad infantil es uno de los grandes problemas de salud pública que está afectando a España. Uno de vuestros retos es contribuir a reducirla, empoderando a las nuevas generaciones a la hora de tomar decisiones conscientes y saludables. ¿Qué papel tiene el diseño y la creatividad para conseguirlo? ¿Qué metodologías de diseño y/o comunicación utilizáis?

Todas las generaciones eligen su propia revolución, y la alimentaria podría ser la siguiente. Pero si queremos que las nuevas generaciones actúen como motor de cambio, tenemos que empoderarlas con las herramientas necesarias. Y esto pasa por dotarles con la información necesaria para que sean capaces de tomar decisiones conscientes y positivas sobre el impacto de la dieta en su salud y en el planeta. Esta es la razón de ser detrás del movimiento Alimentando el Cambio, que impulsamos con el apoyo de Fundación Trilema, Fundación Ashoka, SEEDO y el Ministerio de Educación.

Fomentamos el intercambio de conocimiento, la innovación y el debate con las jornadas Alimentando el Cambio Juntos. Porque reunir a expertos de diversos sectores y sobre diferentes temáticas nos permite precisamente ser creativos en la búsqueda de soluciones para afrontar retos clave.

-Entre los proyectos y acciones que impulsáis, destaca el proyecto Fluye y la propuesta de contenidos pedagógicos para cambiar el estilo de vida de las niñas y los niños a través de las escuelas. Proponéis un cambio sistémico con un abordaje holístico desde el bienestar; términos que resultan familiares en la disciplina del diseño. En este sentido, ¿qué destacarías de su implementación y de los resultados alcanzados hasta ahora?

El programa Fluye es un reflejo de las acciones que llevamos a cabo bajo el movimiento social Alimentando el Cambio. El objetivo era, como bien apuntabas, abordar el concepto de salud de una forma integral. Los niños y niñas aprenden de manera casi intuitiva a manejar un móvil o un ordenador pero, ¿y adquirir hábitos saludables? Las escuelas juegan un rol esencial a la hora de educar en estas cuestiones.

Fluye está dirigido a niños y niñas de 3 a 12 años para abordar cuestiones vinculadas a la alimentación, hidratación, ejercicio físico, descanso y otras áreas relacionadas con la salud integral de los más pequeños. Nuestro compromiso para este 2022 es implementar el programa en más de 900 escuelas, llegando a 300.000 niños.

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